Iluminación de bares y restaurantes: la importancia de una buena experiencia

La iluminación en hostelería es un punto clave a la hora de atraer y fidelizar clientes. La distribución de las mesas, la climatización, la acústica y la luz son fundamentales a la hora de generar confort y ese ambiente que nos invita a volver. La oferta gastronómica se la dejamos al cocinero.

 Iluminación de bares y restaurantes: la importancia de una buena experiencia

Ya se trate de un establecimiento tradicional, de uno de estética más moderna o de una franquicia, la luz sirve para realzar el carácter de cada local, potenciar su atractivo y crear una experiencia diferente.

La estética y tipo de local -no es lo mismo un restaurante que un bar de copas- determinará si requiere una iluminación más o menos sofisticada y decorativa.

¿Qué luz elegir?

Luz cálida

En cualquier caso, ha de crear espacios íntimos, acogedores, que nos hagan sentir a gusto y volver. Para ello, conviene usar fuentes de luz cálida.

La luz cálida nos invita a quedarnos, la luz blanca (tonalidades neutras incluidas) es más acorde para aquellos locales en los que se quiera que el cliente consuma y se vaya rápido.

Hay excepciones en el uso de la tonalidad de la luz cuando se utiliza una luz neutra filtrada a través de otros elementos de manera que no se percibe la luz en su tono original. Una fuente de luz filtrada a través de un tejido, papel o material plástico que modifique su tonalidad se apreciará de una manera muy diferente, pero también requiere un estudio muy específico del resultado que se quiere obtener para conseguirlo.

La luz neutra es adecuada para las zonas de trabajo como la cocina.

Luz dinámica

La luz dinámica, es decir, la que podemos regular y cambiar a lo largo del día potenciará la experiencia del cliente.

Nivel de luminancia

Es recomendable mantener un mismo nivel de luminancia en las distintas zonas para que el ojo no tenga que adaptarse continuamente a los cambios de luz.

No se trata de una luz uniforme, que resulte plana, sino de conseguir delimitar y diferenciar las zonas sin sobresaltos jugando con luz que provenga de distintos planos y buscar un punto de equilibrio que conecte y dé coherencia a las distintas áreas

En este sentido hay que recordar que la luz se comporta de distinta manera según los colores y materiales utilizados en la decoración. Así, una pared oscura absorbe la luz, mientras que una pintada en una tonalidad clara la refleja creando una sensación de mayor luminosidad.

Un exceso de luz, además de resultar molesto, puede causar deslumbramientos. La carencia de luz, sobre todo si hay que comer, leer la carta, etc. nos causará un sobreesfuerzo. Ambas situaciones causan fatiga visual.

Principales zonas de a iluminar

Zona exterior

Entrada, fachada y terraza son las principales zonas de exterior a iluminar y constituyen la presentación del local. Esta primera impresión ha de invitar a entrar en el establecimiento.

Una buena opción es elegir una iluminación cuidada y cálida, sin exageraciones. Esta iluminación ha de estar acorde con la luz interior del local, además de tener en cuenta la luz exterior existente.

Proyectores y uplights empotrados en el suelo en la zona de entrada y balizas si la zona de exterior es grande sirven para delimitar y señalar el recorrido.

Luces indirectas, tiras de led y pequeñas lucecitas en las mesas ayudan a crear un ambiente atractivo.

Conviene recordar que en estas zonas hay que utilizar luminarias con un IP68 para que resistan las inclemencias del tiempo.

Barra

La barra es el segundo foco de atención cuando entramos en un bar.

Focos y proyectores direccionables, lámparas de suspensión y mobiliario retro iluminado. La combinación y distribución de distintos elemento permite resaltar elementos y mantener un nivel de luminancia uniforme.

Mesas

Si se trata de un restaurante, esta es la zona más importante. Aquí cobra especial importancia el dicho de que algo “te entra por los ojos”.

Una estudiada iluminación de las mesas permite ver los alimentos con comodidad pero a la vez nos hace sentir cómodos y a gusto.

La luz cálida, uniforme y con una buena reproducción cromática es la ideal para iluminar la zona de comedor. Este tipo de luz favorece y nos ayuda a vernos más atractivos y, en consecuencia, a sentirnos más seguros.

Una vez que conozcamos el establecimiento, el confort hará que volvamos o no.

La luz focalizada crea ambientes más íntimos. Focos orientables y lámparas de suspensión pueden ser una buena solución. Las lámparas de colgantes resultan decorativas y deben quedar suspendidas a unos 75 cm. sobre la mesa para evitar deslumbramiento.

También se puede recurrir a pequeñas luces de sobremesa para aportar un toque romántico. Las lámparas regulables sin cables son una buena opción.

Detalles y elementos decorativos

Detalles arquitectónicos como columnas y elementos decorativos ganan protagonismo con si son iluminados con focos de iluminación puntual.

Zonas de trabajo

Las zonas de trabajo como la cocina o el almacén han de estar bien iluminadas para garantizar la seguridad y confort de los trabajadores.

Regulación y control

Los sistemas de control de encendidos son especialmente cómodos en zonas de paso y baños.

La regulación de intensidad ayuda a crear atmósferas y ambientes diferentes dependiendo del momento.

Puedes ver imágenes de proyectos de proyectos de restauración aquí.