La importancia de los reflectores de luz en los sistemas de iluminación led
Básicamente, lo que el reflector genera es una mejor distribución de la misma potencia lumínica. Es capaz de obtener una luz más limpia y de más calidad con el mismo gasto energético.
Ya hemos analizado en diversas ocasiones la conveniencia de la iluminación led frente a otras opciones del mercado. Las dos principales ventajas que ofrece serían, en primer lugar, una menor temperatura de exposición, lo que se traduce en la necesidad de un menor consumo.
En segundo lugar, y directamente relacionado con lo anterior, reducimos considerablemente el gasto con una calidad de iluminación muy similar. En resumen, obtenemos una luz igual con menos consumo, con lo que aportamos eficiencia a nuestra instalación.
Además, existen riesgos colaterales que evitamos con un led. Por ejemplo, las altas temperaturas del halógeno, que pueden derivar incluso en averías más comunes o accidentes.
Un reflector aumenta estas ventajas, aportando sobre todo más calidad a la luz al favorecer una mejor distribución.
Qué es un reflector
El reflector sirve para realizar una redistribución más natural de la luz, lo que disminuye la concentración de calor y el gasto energético.
Por lo tanto, un reflector potenciará las ventajas de la tecnología led. Con la implantación del led se consiguió liberar el calor de forma más eficiente, frente a los tradicionales halógenos.
Seguro que recuerdas esas bombillas de lámpara que no podías tocar, ni siquiera minutos después de ser apagadas, porque quemaban.
El reflector redistribuye de forma natural la luz y, con ello, también la temperatura del punto de luz, evitando el sobrecalentamiento.
La calidad de la iluminación
En esa redistribución de la luz que consigue el reflector, obtenemos además una mejor calidad de iluminación.
Los reflectores consiguen dirigir la luz desde un punto de origen de forma más homogénea y controla el deslumbramiento.